Comenzar un proceso de terapia puede hacer que conectemos con alguno de nuestros miedos: "qué le voy a decir, qué va a pensar de mí". Muchas veces se resume en miedo a conocer algunas partes de ti misma que no sientes que estás preparada para ver.
En terapia lo que hacemos es respetar tu proceso y ayudar a conocerte desde el respeto y el entendimiento, sin juicios. Puede haber momentos dolorosos, no es un proceso fácil pero la función del terapeuta es acompañarte y sostenerte durante ese espacio para que luego puedas hacerlo por ti misma.
El permitirte parar y ver qué te está pasando es un acto de valentía. Se crea un espacio para ti, para que te conozcas mejor mediante una relación terapéutica.
En el caso de que estés pasando por un momento difícil, no sepas qué ocurre o sientas que te está superando una situación, puedes pedir ayuda. Mi intención es que seas consciente de que no es necesario poder con todo.
La mirada del otro nos ayuda a construir nuevos pilares y a sanar ciertas heridas.
Mi forma de trabajar es creando una relación terapéutica de confianza y un espacio seguro donde te sientas comoda para enfrentarte a aquellos aspectos que quizá te queden grandes (de momento). Mediante una perspectiva relacional e integrativa adaptándonos a lo que necesitas, creando objetivos realistas de manera conjunta para empezar a crear cambios que te acercarán a conseguir vivir la vida que te gustaría.
Estoy aquí para acompañarte en tu proceso de cambio y ayudarte a afrontar cualquier situación que te preocupe.
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